Hacía mucho, pero mucho calor, temperaturas muy parecidas a Barcelona pero con unos valores de humedad altísimos. Las mujeres usan paraguas para el sol y todo el mundo lleva una toalla pequeña para secarse el sudor de vez en cuando. Los japoneses son gente super agradable, nunca antes nadie me había hecho tantas reverencias!. Intentan ayudarte todo lo que pueden, te acompañan si es necesario a la calle que buscas. Pasamos en total 12 agotadores días... pensaba que nunca podría vivir en una ciudad así y que teníamos suerte de vivir en Barcelona... aunque ahora la echo de menos y tengo la impresión de haberme perdido muchas cosas.
















No hay comentarios:
Publicar un comentario